¿Qué es
ser ecologista?
El movimiento ecologista,
también conocido como ambientalista o movimiento verde, tiene como fin la
defensa del ambiente. Originalmente parte de un punto de vista ecocéntrico, es
decir que da prioridad al bienestar y al equilibrio de los ecosistemas por
encima del de los individuos (ya sean humanos o de otra especie). En la
práctica, muchas de las acciones ecologistas buscan un beneficio al menos
indirecto para el ser humano; por ejemplo, cuando se busca proteger especies
que nos aportan algo o áreas en las que habitamos. Sin embargo está implícito
que en ningún caso los humanos debemos ser los únicos beneficiarios.
Este movimiento incluye desde prácticas, hábitos y formas
de vida personales, hasta la creación de asociaciones que actúan en mayor
escala; los ecologistas llegan a incursionar en los ámbitos sociales, políticos
e incluso económicos para lograr hacer cambios que ayuden a la conservación de
los ecosistemas alrededor del mundo.
¿Qué
es ser naturista?
El naturismo es una forma de
vida que emplea elementos naturales en la vida diaria, evitando los
artificiales, especialmente en cuanto a la alimentación, tratamiento de
enfermedades y elaboración de objetos cotidianos, como ropa, productos de
cuidado personal, etc. Los naturistas buscan satisfacer la mayor cantidad de
necesidades sin recurrir a elementos sintéticos. Algunos ejemplos son los
alimentos cosechados sin pesticidas ni modificaciones de ningún tipo, el uso de
telas naturales y la curación mediante la herbolara o la homeopatía. Algunos
naturistas practican además el nudismo.
Esta forma de vida se ha extendido por todo el mundo y
hoy en día existen muchos grupos que la promueven, pero la base del naturismo
es la práctica individual y quienes reciben el beneficio son principalmente las
personas que lo llevan a cabo o en todo caso la gente cercana a ellas.
¿Cuál
es la diferencia?
Con base en estas definiciones
podemos entender que un producto, servicio o actividad naturista no
necesariamente es ecologista, aunque algunos pueden ser las dos cosas. Por
ejemplo, el uso de pieles sintéticas en la ropa no se puede considerar
naturista, pero como éstas sustituyen a las pieles reales y ayudan a evitar la
matanza de animales, definitivamente se puede considerar ecológica. Lo mismo
ocurre con los sistemas eléctricos ahorradores de energía, que involucran una
gran cantidad de elementos artificiales, desde cables hasta focos químicos; no
responden a los principios del naturismo, pero contribuyen a disminuir la
explotación de los recursos, es decir, son ecológicos.
Por el otro lado, la medicina naturista es un buen
ejemplo de una práctica que utiliza elementos naturales para procurar el
bienestar de las personas, pero que no busca la conservación de ningún
ecosistema. Otro ejemplo es que el movimiento naturista suele promover la
actividad física y el deporte entre sus seguidores, como una manera de mejorar
la calidad de vida; pero el que un individuo haga ejercicio y esté sano no tiene
un impacto directo en el equilibrio ambiental.
Como ya dije, muchas cosas pueden entrar dentro de las
dos categorías. Por ejemplo, hacerte el hábito de caminar o utilizar bicicleta
en lugar de automóviles o transporte público es naturista, ya que se trata de
una forma más natural de moverte y mejora tu salud; pero también es ecologista,
porque implica menos contaminación ambiental. El naturismo usualmente promueve
el respeto hacia el ambiente, pero éste no es su fin último. Yo les recomiendo
que cuando vean un producto o servicio que dice ser naturista, no den por hecho
que es ecologista y viceversa. Aunque muchas veces estas dos cosas coinciden,
no siempre es el caso. Muchos ecologistas son también naturistas, ya que
frecuentemente son compatibles, pero recuerden que son movimientos distintos
con fines diferentes.
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